Las caídas son más frecuentes en los ancianos de lo que la población cree. Son una principal causa de morbilidad y mortalidad en las edades avanzadas y se le debe dar la importancia que merece en tanto que aproximadamente un tercio de las personas mayores que viven en la comunidad se caen cada año y cerca de la mitad de ellas se caen más de una vez. En instituciones, esas cifras son mayores.
Las caídas pueden provocar lesiones importantes y fracturas que en los pacientes de edad geriátrica implican una larga y difícil rehabilitación, o incluso su fallecimiento. Además pueden desencadenar pérdida de la movilidad, perdida de apetito, afectación cognitiva, depresión… lo que disminuye la calidad de vida de estas personas.
Pero no son algo que no se pueda evitar, tienen sus propios factores de riesgo los cuales varían según la situación médica del individuo, la situación funcional y las características del entorno. Podríamos enumerar tres grupos:
- Alto riesgo: presentan varios factores de riesgo, más de 75 años y tienen patologías crónicas o están institucionalizados.
- Riesgo intermedio: entre 70 y 80 años que se valen por sí solos, pero con un factor de riesgo específico.
- Bajo riesgo: Menor de 75 años, buena movilidad, no enfermos, pero que han podido tener alguna caída, generalmente por un descuido.
Los factores que causan una caída pueden ser intrínsecos (relacionados con el propio paciente) o extrínsecos (derivados de la actividad o del entorno).
- Dentro de los factores intrínsecos de una caída encontramos: alteraciones fisiológicas en relación con la edad, deterioro funcional, deterioro cognitivo, antecedente de caídas previas, incontinencia urinaria, síndrome confusional, enfermedades crónicas ( Parkinson, enfermedad cerebrovascular…), alteraciones visuales, afectación sistema vestibular (pérdida de equilibrio relacionada con la edad), afectación de la marcha, alteraciones osteo-musculares así como los problemas de los pies, cambios en el sistema neurológico, enfermedades agudas (infecciosas, exacerbación de enfermedades crónicas,) , polifarmacia, uso incorrecto de los medicamentos (benzodiacepinas, diuréticos, antidepresivos, antiinflamatorios..)
- En la valoración de los factores extrínsecos se tienen en cuenta el entorno o ambiente en que se mueve el anciano y su nivel de actividad. Estos factores causan alrededor del 77% de las caídas y como ejemplos encontramos la presencia de alfombras, excesos de espejos, pijamas de pantalón largo, suelos muy pulidos, animales, escaleras, sillas y mesas bajas, etc
Así, el riesgo de caídas aumenta cuando lo hace el número de factores de riesgo por lo que es importante la identificación del mayor número de éstos factores cuando se realiza la evaluación del anciano con caídas de repetición. Otro dato a tener en cuenta en relación con la importancia de las caídas es que a veces es la primera manifestación de una enfermedad aguda por lo que cualquier antecedente de caída hay que tenerlo en cuenta en la valoración integral del paciente mayor.